Hace aproximadamente 2 meses mi jefe me dijo que el se quedaría encargado de las finanzas de la empresa que entre el y yo manejaríamos el dinero, porque su hijo ya había entendido que no era buen administrador.Ese día note a mi jefe muy contento porque por fin había recuperado el lugar que su propio hijo le había robado, para mi era denigrante ver al hijo tratar a su padre como un empleado mas de la empresa.
Mi jefe tenía muchísimas esperanzas de que ese era el primer paso para salir adelante, pero desafortunadamente recupero el mando cuando el barco ya se había hundido hasta lo más profundo.
Su hijo dejo de venir por varios días y no tomaba las llamadas de su celular, así que los amigo-proveedores comenzaron a marcar aquí a la oficina, y mi jefe y yo sin saber de donde salían tantas deudas.
Poco a poco fuimos dándole orden al negocio, lastima que esto no era lo importante para levantarnos, la clave era y es volvernos a ganar la confianza de los clientes-proveedores, demostrarles que pueden volver a confiar en nosotros.
Desafortunadamente todo esto esta tan contaminado que no lo hemos logrado, cuando pensamos que esto esta a punto de irse para arriba, el cliente en lugar de pagar el trabajo realizado por nosotros lo toma como anticipo a la deuda y nos quedamos como los chinitos ¡namas milando!
Hoy fue un claro ejemplo de esto, había hablado un cliente para una maquila de 15 Tons. De plástico que se trabajarían en el fin de semana y se estarían pagando el día lunes contra la entrega del material, ya hasta este había aceptado darnos un anticipo el día de hoy que nos serviría para nominas.
El cliente esta en Zacatecas y marco a la oficina para pedir de favor se fuera a recoger el tráiler a su bodega y lo guiara como llegar a la nuestra, así que mi jefe y su hijo muy emocionados salen para allá, pero el tráiler nunca llego ¿Por qué?.....pues porque la persona que le vendería este material a nuestro cliente no quiso que nosotros hiciéramos la maquila, solo porque el hijo de mi jefe le debe una buena cantidad de dinero.
Hoy mi jefe desesperado dijo ¡Que mala suerte!, y yo me quedo pensando si realmente estamos tan salados que no damos una o es que arrastramos los malos manejos y las malas decisiones que se han tomado.
La vez pasada se lo dije a mi jefe, pero el todavía cree que su hijo no tiene nada que ver con los problemas de la empresa, para el alguien nos esta metiendo el pie para que no nos levantemos.
Si se pudiera regresar el tiempo seria maravilloso volver a vivir aquellos días donde los teléfonos no dejaban de sonar, cuando el día se iba sin sentirlo, cuando las cuentas reflejaban una buena cantidad de dinero, y cuando los viernes no eran un dolor de cabeza.
Pedir un milagro para mí es imposible, hay que empezar desde abajo peor con el montón de problemas económicos de atrás.
Por el bien de todos……..Dios quiera y esto se levante.
