28/03/09

LO QUE DIOS DIGA

Después de unos días de depresión por la mala noticia que me dio mi jefe, hoy me siento mas tranquila.

El fin de semana pasado llegaron de San Antonio mis tías y mi primo y había una fiesta familiar a la que disidimos no asistir, el sábado me fui desde temprano a casa de mi mama porque previo a la fiesta habría una celebración por el cumpleaños de mi tía, así que entre familia, risas y la preocupación por el trabajo pase el día. Se llego la hora de que comenzaran arreglarse y yo parecía la del salón de belleza planchando cabello y cambiando a mis sobrinos y lo mejor de todo arreglar a mi mama, se veía hermosa.

Los días pasaron y poco a poco me resigne a que las cosas eran así y que desde un principio debí haberme preparado psicológicamente de que se llegaría el día en que me fuera de la empresa, lo malo fue que nunca imagine encariñarme con los compañeros y enamorarme del trabajo que ahí hago. Rosy sigue indecisa que si vuelve o no vuelve y yo ya comencé a correr la noticia que solo estoy hasta el 10 de abril y tratando de demostrarle a todos que no me duele. El lunes me sentía apagada y creo que se dieron cuenta porque me lo preguntaron, tanto fue mi depresión que llegue a pensar que lo que pasara en la empresa me venia valiendo un garbanzo, pero ya por la noche pensé mejor las cosas y decidí levantar mi animo y terminar los últimos días con la frente bien en alto y sobretodo disfrutar todos los momentos.

Toño por su parte me anima diciendo me que piense en que estaré algunos días libres para dedicarme a nuestra nueva casa, que si todo sale bien el próximo sábado 4 de abril estarán entregándonosla, así que habrá que empacar todo poco a poco y decidir el color que pintaremos, tomar medidas de protectores y elegir por fin los muebles para que se vea hermosa.

Hoy estoy pidiéndole a Dios que haga su voluntad y que no nos suelte de su mano.