16/04/08

SENTIMIENTOS ENCONTRADOS

Pues mi vida de casada a transcurrido de maravilla, estoy convencida que tengo un marido que vale oro, no vale lo que pesa porque es demasiado flaquito y no equivale en nada a su valor como persona pero dentro de mi hay un sentimiento que no me deja ser completamente feliz……………….Extraño mucho a mi familia, tengo una especie de depresión que me pone triste en algún momento del día.

Yo creí que esto de separarme de mi casa seria mucho mas fácil, pero me doy cuenta que es lo mas difícil que me a tocado vivir, el sábado no aguante mas y se lo confesé a Toño, y me dio mucha pena porque lo primero que pregunto fue si me arrepentía de haberme casado con el, pero mi respuesta fue inmediata, no me arrepiento al contrario estoy feliz, pero para que me entendiera un poco le plantee el ejemplo de cómo nos sentíamos el y yo la ocasión en que nos separamos para irme a los Ángeles por 1 semana, siento esa misma sensación ese horrible nudo en la garganta cada vez que me acuerdo de mi mama

Ayer que hable con ella le platique, y me dijo que se sentía igual, pero que nos acostumbraríamos, que con el tiempo ese sentimiento desaparecerá, colgué con ella y volví a llorar mientras comíamos de nuevo trate de explicarle a Toño lo que sentía y me dijo que me olvidara de ese sentimiento que mi mami estaba cerca de mi, que podría visitarla las veces que yo quisiera pero me siento muy presionada por no conocer el rumbo donde vivimos no se como irme a la oficina y menos a la casa.

Yo no se si pasa lo mismo con todas, o será que necesito hablarlo con alguien que haya vivido lo mismo que me esta pasando.

Yo que me sentía independiente de mi familia pensando tontamente que ellos eran los que dependían de mi, pero ahora que estoy lejos me duele no estar ahí con ellos, extraño los gritos de mis sobrinos, los juegos con ellos, su llanto, las bromas de mis hermanas, y sobretodo el beso de buenas noches de mi mami.

Admiro a Toño porque lo veo feliz, lo siento como liberado de algo que estuviera presionándolo, ojala yo pudiera sentir un poco de la seguridad que el siente, porque no me gustaría que esto comenzara a afectar nuestro matrimonio, por lo pronto anoche le pedí paciencia por los momentos en que me pongo melancólica.

LA LLEGADA A NUESTRA CASA

Pues ya ubicados en la realidad comenzamos a sentir el calorcito de Monterrey, así que en cuanto despedimos a los primos nos subimos al carro para ir a Soriana a comprar un abanico y de paso la televisión, cuando llegamos a la casa después de pasar al Oxxo para comprar una yomilala para desayunar al día siguiente llegamos emocionados conectando la TV…..o sorpresa no se veía la imagen…faltaba la antena, así que mi súper héroe se fabrico una y logramos ver la imagen, cuando tratamos de enchufar el refrigerador nos comenzamos a desesperar porque la conexión de este era de 3 y el contacto de 2…… pero ahí no termina todo, en la recamara solo hay un contacto y si veíamos tele no prendíamos abanico, así que nos fuimos por la tele, ya cuando el calor nos gano, Toño al querer mover el Burrito de Planchar me lo descompuso L.

El viernes nos levantamos y nos fuimos a casa de mis suegros para comer ahí y llevarles los detallitos que trajimos de Vallarta, ahí estuvimos un rato empacando la ropa y todas las cosas de Toño, pero como se saturo el carro nos vimos en la necesidad de ir a la casa a llevar todo para después irnos a la casa de mi mama, llegamos y me puse a lavar la ropa que habíamos llevado al viaje, cenamos unas enchiladas potosinas que preparo mi mama y después abrimos todos los regalos para terminar el día con nuevo look, volví a mi tono de cabello original.

De pasada llegamos a comprar algo de cenar porque la estufa todavía no estaba instalada.

El sábado nos fuimos al mandado y volvimos a comprar comida hecha, ya por la tarde llego el tío de Toño para arreglar la estufa y yo me la pase planchando. Por la noche Toño me invito al cine y de ahí nos fuimos a comprar el regalo del primito de Toño.

El domingo estrenamos la estufa con unos deliciosos hot cakes, nos arreglamos y nos fuimos por mi suegra y los abuelitos, todos nos recibieron muy bien, y la fiesta estuvo muy entretenida, ya por la tarde nos fuimos a casa de mama y ahí nos la pasamos recordando todos los detalles de la boda.

El lunes todavía lo teníamos libre, así que había que aprovecharlo, me levante lavando, pero Toño me ayudo muchísimo, nos dividimos los quehaceres de la casa y parece que no me fue mal en mi debut de ama de casa porque la comida y la cena le gustaron mucho, dice que lo voy a poner muy panzón si lo sigo consintiendo.

Ya regresamos a la oficina y ahora solo nos queda echarle muchas ganas para que todo nos salga muy bien, también se reanuda la dieta y haber como me va el sábado.

LA LUNA DE MIEL

Pues llegamos muy contentos y emocionados al aeropuerto de Vallarta donde tomamos un taxi para llegar al Hotel donde ya nos estaban esperando, así que nos recibieron muy amablemente ofreciéndonos unas bebidas para el calorcito que se dejaba sentir, nos registramos y nos llevaron a la habitación donde la cama estaba cubierta de pétalos de rosas y en la mesa una botella de vino con frutas, era aquello de ensueño, acomodamos un poco nuestras cosas y con cámara en mano nos fuimos a conocer las instalaciones del hotel, caminamos un rato por la Ave. Principal de Vallarta y luego de comprar algunas cosas, y tratar de regresar al hotel, pues nos perdimos nos equivocamos de calle y nos metimos a una especie de mercado donde no encontramos la salida, un poco asustada y nerviosa pero segura con mi príncipe valiente aun lado logramos llegar a nuestro Hotel, para después cenar en el Restaurante “Pérgolas”.

El Lunes nos levantamos un poco tarde para irnos al área de las albercas y esperar la hora de la comida, ya por la tarde caminamos por la orilla del mar hasta llegar al Viejo Vallarta, donde nos divertimos y pasamos toda la tarde, es una especie de pueblito donde la plaza esta llena de gente y en el quiosco la música le pone el toque romántico a la tarde. Ya para regresar al Hotel tomamos un camión que nos dejo enfrente del grupo de hoteles donde nos hospedábamos.

El martes nos fuimos a un pequeño crucero donde visitamos 3 de las playas que ahí tienen, nos perdimos un paseo a unas cascadas por falta de condición, había que caminar 35 min. de ida y 35 min. de venida en pleno sol, así que decidí evitarme la fatiga y quedarme sentada a esperar a que volviéramos al barco, Toño se molesto un poco porque no quise ir, pero aun así no me dejo sola y se lo perdió también.

Llegamos al hotel muy muy cansados, pero con muchas ganas de meternos a la alberca para después cenar en el “Huerto”, donde la comida estaba mucho mejor, que de entrada me tuve que sacrificar y comer un pozole que me supo a gloria, con sus rabanitos y repollito mmmmmmmmm ya se me antojo.

El miércoles nos levantamos temprano y pedimos el desayuno a cuarto y estaba bien rico todo, para después arreglarnos e irnos al Nuevo Vallarta, ahí visitamos uno de los centros comerciales que por los precios es uno de los más lujosos, regresamos al hotel y volvimos a pedir la comida a cuarto, una sopa de tortilla que estaba deliciosa.

Por la tarde volvimos a caminar por la orilla del mar, pero tuvimos que regresar porque Toño se quedo descalzo el mar le hizo una travesura jajajajajajajaja, así que llegamos directo a la alberca, para después cenar nuevamente en el “Huerto”, regresamos a la habitación para preparar todo, porque había que dejar la habitación al día siguiente a las 11:00 a.m., así que muy temprano nos levantamos desayunamos y nos fuimos directo al Aeropuerto para esperar hasta las 7:30 p.m. la salida del avión, fue un poco cansado pero juntos al fin. Ahí comimos una Carl´s Jr., hasta que por fin llego la hora de abordar el avión y la llegada fue rapidísimo estábamos pisando tierra regias a las 9:00 p.m., ya estaban ahí los primos de Toño, que nos hicieron el favor de llevarnos a la realidad (nuestra casa).

LA BODA

Cuando decidimos la fecha en la que nos casaríamos, no imaginamos toda la emoción y la felicidad que sentiríamos al estar frente a frente prometiéndonos uno al otro amarnos y respetarnos por siempre, es algo verdaderamente inexplicable.

Planear durante un año una noche, no fue nada fácil, sufrimos de mucho estrés y de muchos dolores de cabeza, pero vivir momentos como los del 05 de Abril vale la pena eso y muchísimo mas.

Comenzamos nuestro día muy temprano, mi transformación solo tardo 3 horas, pero creo que valió la pena el cansancio de estar ahí sentada frente al espejo, Toño llego poco después de las 12 en un carruaje color blanco y acompañado de Marylu y Juan, 2 amigos maravillosos que de corazón quiero agradecerles todas sus atenciones, nos fuimos muy emocionados a la sesión fotográfica en el estudio, no creí que fuera tan cansado posar para una cámara, párate así, dóblate por acá, abrázala, suéltala, siéntate en el suelo etc.

Ya que terminamos la sesión y decidimos cual seria la foto que se exhibiría en el salón nos fuimos a Fundidora para la sesión de Locación, que pena todo mundo te mira y esta al pendiente de lo que haces, y caminar con vestido y zapatos altos no es nada fácil, ahí medio que nos relajamos y terminamos sin problemas.

Al llegar a las iglesia todavía estaba ocupada, así que nos dimos una vuelta al salón para ver que pendientes había, y pues ya los arreglos de mesa estaban en su lugar, el pastel el grupo se estaba preparando y ahí nos recibió el dueño del salón quien nos dijo que todo estaba listo para nuestra llegada, nos regresamos a la iglesia para la misa, la entrada si estuvo un poco desorganizada pero todo transcurrió tranquilo, y salimos muy emocionados ya con la bendición de Dios.

En el salón nos tomaron las fotografías con las familias y los amigos, nos tardamos un poco para entrar al salón por algunos detalles que terminaron por desesperarme, falto poco para que me saliera a ver que era lo que estaba pasando afuera. Por fin se llego el momento de entrar y bailar el vals con los papas, para después iniciar el baile.

La noche se fue rapidísimo recibiendo a los invitados todo aquello fue felicidad, abrazos, besos, elogios y muchísimas cosas hermosas, vida.

Del salón nos fuimos a la casa y ahí pasamos nuestra noche de bodas, que solo la puedo describir con una palabra ¡Maravillosa!